Globalización desde 1990
El telón de acero desapareció, Asia proporcionó nuevos mercados y el software abrió nuevas oportunidades para Bosch. Las tres últimas décadas han aportado un rápido cambio económico, al que la empresa ha tenido que enfrentarse.
El fin del Pacto de Varsovia y la apertura de Europa del Este
La desaparición del telón de acero también trajo consigo una nueva era para Bosch. Hacia 1994, tenía empresas de su propiedad en 13 países del antiguo bloque del Este. Bosch continuó abriendo plantas de producción en Jihlava y en České Budějovice (República Checa), en Wrocław (Polonia), Miskolc y Hatvan (Hungría), y Engels y Samara (Federación Rusa). La cuota de mercado generada fuera de Alemania creció del 51 % en 1990, a cerca del 72 % en 2000.
Aprovechando oportunidades: nuevas perspectivas en Asia
En la India, Japón y los países del sudeste asiático, o Bosch estaba presente desde hacía tiempo o estaba a punto de poner un pie en los mercados emergentes. Pero fue la apertura paulatina del mercado chino la que mayor interés estratégico tenía. Hasta 1994, la única presencia de Bosch en China había sido a través de la oficina de licencias y representantes de Pekín, creada en 1989. Después de eso, Bosch también había podido establecerse en este mercado como fabricante regional.
Sensores micromecánicos
Dispositivos de minimonitorización
Durante la década de 1990, Bosch desarrolló sensores micromecánicos para su uso en automoción, los cuales funcionan como órganos sensoriales que miden la aceleración, la rotación, la presión y el sonido. Transmiten información a las unidades de control electrónico, permitiéndoles saber exactamente cuándo accionar por ejemplo un airbag en un accidente. En 2005, Bosch también comenzó a fabricar sensores para productos electrónicos de consumo, como smartphones o vídeoconsolas. Los MEMS más pequeños tienen solo 1,5 milímetros de ancho. Un equipo de investigación de Bosch inventó el proceso de "grabado con plasma" para fabricar estas piezas en miniatura. Bosch ha producido alrededor de 15.000 millones de MEMS desde 1995 y ahora es el líder del mercado, fabricando alrededor de 4 millones de unidades cada día.
Foto: Un ácaro en un sensor micromecánico (MEMS) para indicar la escala (1995)
De ESP a ACC: gran enfoque en las innovaciones
El programa electrónico de estabilidad ESP®, lanzado en 1995, fue un hito tecnológico. Evita que los vehículos patinen. El mismo año, Bosch presentó su sistema de navegación TravelPilot con guía de rutas y salida de voz. En 1997, el sistema de inyección diésel de alta presión Common Rail redujo el consumo de combustible, como también lo hizo la inyección directa de gasolina DI en 2000, mientras que los sistemas de asistencia al conductor, como el Control de Crucero Adaptativo (ACC) y el sistema de visión nocturna Night Vision, mejoraron la seguridad.
La empresa experimenta cambios: nuevas áreas de negocio
Siguiendo la venta de la sección de telecomunicaciones, Bosch adquirió el especialista en tecnología industrial Mannesmann Rexroth en 2001. Esto fortaleció a la sección de tecnología industrial y equilibró la estructura de la empresa. Las partes restantes de la sección de telecomunicaciones formaron la división Bosch Security Systems. Bosch expandió su área Thermotechnology con la adquisición de Buderus AG en 2003. Bosch se desprendió de otros nuevos campos, como el área de energía solar, que había creado en 2008.
Atornillado, ciclismo, refrigeración y conducción inteligentes
Con el atornillador de batería IXO, que se convirtió asombrosamente rápido en la herramienta eléctrica más vendida del mundo, Bosch creó una nueva división en 2003 para dispositivos pequeños, ligeros con baterías de iones de litio. De modo que surgieron campos totalmente nuevos, como los motores de bicicletas eléctricas en 2011. Al mismo tiempo, Bosch expandió sus actividades tradicionales, por ejemplo con la compra de antiguas 'joint ventures' como ZF Lenksysteme y Bosch und Siemens Hausgeräte: lo que conformó la base esencial de futuros escenarios como electrodomésticos conectados y automóviles autónomos.
Conducción automatizada
Como por arte de magia
La conducción automatizada ya no se limita a la ciencia ficción. Bosch investiga, desarrolla y prueba esta tecnología en laboratorios, así como en la red de autopistas alemanas y de California. Ya en el año 2000, Bosch lanzó un radar de distancia. El sistema era entonces capaz de frenar automáticamente un automóvil hasta detenerlo y acelerarlo, a su vez, en atascos. Con el continuo desarrollo de la tecnología de sensores y el software será posible, paso a paso, conducir automáticamente en autopistas y, a largo plazo, también en el tráfico urbano.
Foto: Vehículo de pruebas para conducción automatizada con una cámara de alta velocidad giratoria de 360 grados (2015)
Nuevos territorios: el Internet of Things y la Inteligencia Artificial
El Internet of Things y los servicios abren muchas nuevas líneas de negocio para Bosch. Además de los productos tradicionales, esto incluye también software, nuevos modelos de negocio basados en internet, y la protección de datos. La empresa se ha marcado el objetivo de combinar estos cuatro campos a largo plazo. Esto lo cubre todo, desde la conducción automatizada, hasta las casas inteligentes y la comunicación autónoma entre la maquinaria de las fábricas.